miércoles, 26 de enero de 2011

Extraños del mar: el Pez Luna

Hoy quiero dar a conocer a uno de los animales mas fascinantes, a mi parecer, que pueden verse en nuestras aguas. Lo ví por primera vez en Tarifa cuando realizaba una actividad de avistamiento de cetáceos. Estábamos llegando al destino y, de repente, algo brilló en la superficie del agua. Cuando el barco se acercó pudimos distinguir un gran pez redondo, tumbado de lado tranquilamente tomando el sol. Me impresionó su tamaño, su color, sus movimientos y a partir de ese día uno de mis objetivos ha sido poder coincidir con él en una de mis inmersiones pero, a pesar de haber visitado zonas donde es habitual su presencia, aún no he tenido la oportunidad de encontrarle, por lo que he de decir que las fotos de esta entrada no son mías.



Por si aún no sabeis de qué animal hablo se trata de un Pez Luna (Mola mola). Se trata de un pez marino pelágico del orden Tetraodontiformes, grupo que se caraceriza por presentar extrañas formas del cuerpo (peces ballesta, peces erizo, peces cofre...). Se trata del mayor pez óseo del mundo, con una media de peso de 1000Kg, pero que puede alcanzar los 3m de diámetro y las 2,5 toneladas de peso. Tiene una forma fácilmente identificable: su cuerpo es circular y aplanado lateralmente, con dos grandes aletas triangulares en posición dorsal y anal con las que se desplaza, usándolas como remos. Su cola se ha transformado en una estructura denominada "clavus", de piel lisa y dura pero con poca utilidad y que le da un aspecto enigmático.







Pero sus curiosidades no terminan aquí. Debido a su forma, el pez luna ha perdido parte de sus vértebras y tiene un cerebro muy pequeño, de menor tamaño que sus riñones, que se sitúan justo por detrás de éste. En lugar de branquias tiene dos pequeños orificios por detrás de los ojos. Su boca sobresale de su perfil a modo de hocico y sus dientes han sido sustituidos por un pico similar al de un loro. Carece de vejiga natatoria y su piel ha perdido las escamas, que han sido sustituídas por dentículos y una capa de moco protector, llegándo a tener un grosor de hasta 8cm en la zona ventral. Su coloración es mas clara en el vientre para poder camuflarse y puede oscurecer su color cuando es atacado.






M. mola tomando el sol en la superficie
Es una especie que se distribuye por caso todo el planeta, aunque prefiere las aguas por encima de los 10ºC, temperaturas muy bajas se cree que les provocan desorientación y la muerte, lo que podría explicar su gusto por flotar de lado para tomar el sol, que usarían como método de calentamiento. Vive en aguas abiertas y puede nadar a una profundidad de hasta 600m, donde se alimenta de medusas, ofiuras y larvas de anguila, que tritura gracias a sus dientes faríngeos. Al tratarse de alimentos poco nutritivos los peces luna ingieren cantidades enormes de presas.







Alevín de pez luna con sus espículas
Por su tamaño y robusted los adultos sólo son presas de grandes maíferos marinos, los leones marinos suelen cazarlos como deporte, abandonando luego su cuerpo. Se cree que sus zonas de desove se encuentran en el Atlántico, Pacífico e Índico. Las hembras pueden expulsar hasta 300 millones de huevos, la mayor cantidad conocida en un vertebrado. Las larvas nacen con sólo 2mm de tamaño y pronto se convierten en alevines, presentando una forma estrellada por sus espinas corporales. Las crías se desplazan en bancos, que suelen ser el blanco de atunes y doradas. No se conoce bien la velocidad de crecimiento, aunque un ejemplar joven del acuario del Monterey Bay Aquarium creció de 26 a 399Kg en 15 meses. En cautividad pueden vivir hasta 5 años, los datos en libertad aún son desconocidos.





Actualmente el pez luna sólo se consume en países orientales, su venta en la Unión Europea está prohibida por considerarse que pueden contener toxinas igual que sus primos hermanos los peces globo. Sin embargo su captura accidental en redes para pez espada es frecuente, sólo en España entre 1992 y 1994 constituían el 71-90% de las capturas que lograban con estas redes. Actualmente sus amenazas mas importantes son algunos pescadores, que les consideran ladrones de cebos y realizan una brutal práctica que consiste en cortarles las aletas y tirarles vivos al agua y los desechos que se tiran al mar y que pueden ahogarles al consumirlos confundiéndoles con alimento.

Sin embargo es un animal muy apreciado por los submarinistas, existiendo zonas específicas para bucear con estos maravillosos animales y donde ellos parecen haberse acostumbrado a la presencia de los humanos, permitiéndo incluso el contacto directo con ellos. A pesar de su tamaño no son agresivos y los únicos incidentes relacionados con la especie han consistido en daños en cascos de barcos por coches contra ellos. La única muerte registrada causada por esta especie fué en Gales, cuando un niño de 4 años murió aplastado por un ejemplar adulto que cayó sobre el barco cuando saltaba.





Curiosidad: a día de hoy se está intentando obtener mas información sobre estos animales mediante seguimiento por satélite, análisis de muestras genéticas y toma de datos por parte de aficionados. Lo que se ha observado en los últimos años muestra un claro descenso en la población, que puede ser debida al aumento de capturas accidentales y a la mayor pesca por su creciente popularidad como alimento y en la medicina tradicional china.

lunes, 3 de enero de 2011

Invasores en España

Tortugas de florida en una de las charcas de Exotarium
Miles de personas han tenido, de niños, una tortuguita dentro de una triste pecera transparente con una pequeña palmera de plástico. La mayoría de ellos lo lograron después de meses pidiendo a sus padres un animal y teniendo el cuenta que las ofertas con este tipo de especies son muy tentadoras: Pack tortuga + tortuguera + alimento = menos de 30 euros. Lo que pocos de ellos saben es que con un mantenimiento tan deficiente muchas de ellas sufrirán durante meses para acabar muriendo a manos de un niño caprichoso y unos "adultos" poco responsables. Las pocas que logren sobrevivir crecerán y pronto no cabrán dentro de ese ridículo trozo de plástico. ¿Qué hacer entonces con la tortuga?. Efectivamente, la idea general de que en libertad será feliz es lo que nos ha llevado a la situación en la que estamos ahora. Una plaga de tortugas de florida (Trachemys spp) que desplazan poco a poco a las especies autóctonas y que devoran a cualquier animal, planta o cosa que pase por delante de ellas.



Esto puede aplicarse a muchos de los animales que podemos ver en nuestros parques y que consideramos ya habituales en nuestro país. Un claro ejemplo son las cotorras argentinas (Myopsitta monachus), que han colonizado los arboles de toda España. ¿Cómo llegaron hasta aquí?, muy sencillo:
 - ¡Papá, mira que pájaro tan bonito!¡cómprame un loro, le enseñaré a hablar!. ¡Yo los limpiaré y les pondré la comida!
Al día siguiente hay dos preciosas cotorras dentro de una jaula, demasiado pequeña en la mayoría de los casos. Los animales, confinados en un espacio ínfimo y sin mas distracción que la de su compañero (si acaso lo tiene) dedica su tiempo a vocalizar, algo típico en estas especies, pero no de la forma que sus nuevos dueños desean. Con el paso de los días los gritos constantes comienzan a molestar demasiado en casa y si con las tortugas el único trabajo para librarse de la "molestia" era conducir el coche hasta el río-lago-estanque mas cercano en este caso basta con abrir la puerta de su prisión y ver, sonriendo, como se aleja volando el problema.




Iguanas adultas rescatadas por Exotarium
¿Creeis que se acaba aquí?. Os equivocais rotundamente. El mercado de mascotas exóticas es un negocio floreciente que deja miles de millones de euros, llegándose a comparar con el mercado de armas y de drogas. En sus países de orígen se esquilman las poblaciones de todo ser viviente para ser vendido en los países ricos, donde cualquier individuo con unos pocos euros puede comprar desde una serpiente de cascabel pasando por una tortuga mordedora, un mono tití o un caimán de anteojos. ¿El final de muchos de ellos? os lo podeis imaginar. Anualmente se recogen cientos de animales abandonados en los parques, entre los que destacan las iguanas, muy baratas en el mercado, pero que poca gente sabe cuidar correctamente, desconociendo el enorme tamaño que llegan a alcanzar si tienen la suerte de sobrevivir.



Hamtaro, mapache recogido por Exotarium.

Os preguntareis ¿porqué en las tiendas no informan de los cuidados?. Muy simple, dinero, dinero, dinero. El pack de la tortuga que comentaba antes vale 15 euros, un precio muy razonable para un padre que quiere dejar de escuchar las insistentes peticiones de su hijo. El precio del material que necesita realmente este animal puede rondar los 150 euros entre acuario, calentador, iluminación, comida...algo bastante menos asequible al bolsillo de mucha gente.
Con otras muchs especies la falta de información se debe, simplemente, a que la realidad no es tan bonita como parece. En los últimos años mamíferos como los mapaches, los kinkajues o los coaties se han puesto de moda y la gente los adquiere como si de un perro o un gato se tratara. Sin embargo, lo que los criadores y vendedores no cuentan es que ese adorable cachorro se convertirá, en pocos meses, en un animal grande y fuerte, con un caracter arisco y no siempre demasiado sociable con las personas. Es ahí cuando los ingenuos o irresponsables dueños se dan cuenta que no pueden seguir manteniéndolo en una pequeña jaula dentro de un piso en el centro de una ciudad.
 

Nota: A pesar de que cada vez se compran y se abandonan más mascotas exóticas en España, las administraciones siguen sin hacer nada. En 2010 la Comunidad de Madrid retiró la subvención con la que sobrevivía Exotarium, uno de los pocos centros en España que se encargaba de recoger y dar una "buena vida" a todos estos animales, dirigido por el naturalista Luis Miguel Domínguez. Actualmente, y debido a la falta de sitios donde mantenerlos, todos los animales exóticos que se salvarían con un poco de concienciación y un pequeño esfuerzo por parte de los políticos son sacrificados. Además las comunidades realizan periódicamente campañas de "limpieza" en parques, ríos, pantanos... para eliminar esos animales que no "conviene" ignorar pero cuyo mercado tampoco interesa controlar.

Caimán en Exotarium, fué entregado por un particular que prefirió no informarse antes de comprarlo

Pikachu, apareció abandonado en la Albufera de Valencia


Uno de los kinkajus de Exotarium durante la hora de la comida