ANIMALES HERIDOS
No es lo mismo hablar de una ardilla que de un buitre leonado, un jabalí o incluso una serpiente. Saber la especie o, al menos, el tipo de animal es básico para conocer los riesgos que supone su manipulación. Una pequeña rapaz puede hacernos un corte con su pico o una herida con sus garras pero un ave o mamífero de tamaño grande o un reptil venenoso puede causar daños graves si se actúa con desconocimiento. Por esta razón sólo debemos acercarnos a aquellas especies que por tamaño y venenosidad no puedan ser consideradas peligrosas, si no podemos identificarla es mejor ser prudentes y limitarnos a dar aviso a las autoridades, esperando en un sitio seguro y a una distancia prudencial.
Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus)durante la exploración tras ser recogido del arcén de una carretera |
- Si se trata de un animal grande o potencialmente peligroso (grandes animales o especies potencialmente venenosas) mantén la calma y mantén vigilado al animal desde una distancia segura. Contacta con el 112 y explica de qué animal se trata y la ubicación exacta. En este momento es importante valorar si existe peligro para las personas o los vehículos (por ejemplo tras atropellos) de forma que las autoridades puedan intervenir hasta la llegada del equipo de rescate.
- Si se trata de un animal inofensivo (pequeñas aves o mamíferos o reptiles identificados como no venenosos) ayudándote de una toalla o trapo amplio captúralo con firmeza pero con suavidad, lo más rápido y silenciosamente posible para evitarle estrés e introdúcelo en una caja de cartón con pequeños orificios. La caja debe colocarse, bien cerrada, en un sitio oscuro y tranquilo. Contacta con el 112, ellos te indicarán el centro de rescate más próximo para que puedas llevarlo para que le den atención veterinaria.
- NUNCA ofrezcas comida ni agua al animal
- NUNCA molestes al animal para tocarlo o hacerte fotos
CRÍAS HUÉRFANAS
Las especies que con más frecuencia se suelen encontrar son aves de pequeño y mediano tamaño, aunque no son raros los casos de cachorros de ardilla, turón, jabalí o zorro. La mayoría de las veces que vemos una cría la madre no suele andar muy lejos, de hecho muchas especies dejan solas a sus camadas durante varias horas (por ejemplo liebres o corzos) mientras van a buscar comida. Esta es la razón por la que muchos de los animales que llegan a los centros de recuperación no son en realidad huérfanos. En el caso de las aves es aún más complicado ya que hay especies que anidan en el suelo o en troncos caídos, donde podemos ver a los pollos hasta que lo abandonan. Otras simplemente abandonan el nido muy pronto (por ejemplo las urracas o los cárabos) y se mantienen en los alrededores mientras los padres aún los alimentan hasta que son totalmente independientes.
Gazapo herido recogido en un parque en Segovia |
Sólo recogeremos las crías que:
1. Se encuentren heridas
2. Se encuentren en un sitio peligroso para ellas (carreteras, parques de mucho paso, cerca de depredadores...).
3. Sepamos con certeza que su madre no está cerca (bien porque la encontremos muerta o bien porque, después de varias horas, no haya aparecido).
Si hemos analizado la situación y hemos llegado a la conclusión de que debemos recoger al animal, hay que seguir los siguientes pasos:
- Con la ayuda de una toalla o trapo coger al animal con cuidado y colocarlo en una caja de cartón. Debemos proporcionarle calor, ya que los animales de corta edad no son capaces de regular su temperatura corporal. Para ello usaremos una bolsa de calor de fisioterapia o un guante de latex con agua caliente. Se pueden usar bombillas térmicas o mantas eléctricas pero debemos colocarlas impidiendo que accedan a ellas y ser cuidadosos en su regulación para no provocarles quemaduras.
- Contacta con el 112 o con el centro de rescate más próximo para llevarlo lo antes posible
- NUNCA manipules al animal más de lo necesario
- NUNCA le ofrezcas agua o comida
La mayoría de animales salvajes de nuestro país están protegidos, por lo que tenerlos en cautividad está totalmente prohibido y es obligatorio entregarlas a un centro de recuperación. Sin embargo si disponemos de tiempo y en el caso de pequeñas aves urbanas (palomas, gorriones, mirlos, estorninos...) podemos optar por criarlas en casa para posteriormente liberarlas. Es importante antes de decidirnos saber que el índice de supervivencia es bajo y que requiere mucha atención y dedicación. Aquí teneis una guía muy completa de su alimentación, cuidados, rehabilitación y posterior liberación editada por el hospital de GREFA.
CADÁVERES
Aunque pensemos en salvar la vida de un animal de forma directa, en ocasiones podemos encontrarnos un animal ya fallecido que puede ayudar a evitar la muerte de otros. Actualmente son muchos las denuncias por torres de alta tensión mal señalizadas o por el uso de venenos en cotos de caza. Los centros de recuperación realizan necropsias y análisis de cientos de cadáveres para determinar la causa de la muerte y, de esta forma, poder aportar pruebas en estas denuncias.
Debemos avisar a dichos centros o al 112 si encontramos:
Cadáver de un azor común (Accipiter gentilis) juvenil encontrado en un parque de Madrid |
- Varios cadáveres en una zona reducida
- Un cadáver con signos de manipulación humana (corte de cuernos o de alguna parte del cuerpo, normalmente la cabeza...)
- Animales grandes o especies emblemáticas
- Uno o más cuerpos cerca de torres o cables de alta tensión
- Útiles de caza ilegales (lazos, cepos, trampas...) o
- Restos de alimentos en lugares extraños o sustancias químicas no identificadas
En este enlace puedes ver el listado de centros de recuperación de fauna de toda España, podeis acceder a él para buscar el más cercanos o contactar con el 112.
AUNQUE SURJA LA TENTACIÓN DE QUEDARNOS CON UN ANIMAL ENCONTRADO, ES IMPORTANTE RECORDAR QUE, ADEMÁS DE SER ILEGAL, ESTOS ANIMALES NO SE ADAPTAN BIEN A LA CAUTIVIDAD Y LA MAYORÍA MUEREN POR ENFERMEDADES DERIVADAS DEL ESTRÉS.
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