 |
Hembra de Típula (3cm) |
Son muy grandes, recuerdan mucho a los mosquitos y vuelan mal, por lo que suelen chocar una y otra vez contra las personas, la mayoría de las cuales piensan que se trata de algún bicho mutante que le está atacando de forma implacable. Nada más lejos de la realidad. Esos "temibles" insectos son típulas, unos dípteros emparentados con las moscas, totalmente inofensivos. La familia
Tipulidae (género
Típula), también llamados zancudos o sacaojos, contiene más de 4200 especies en total, con individuos que van desde los 2mm hasta los 10cm dependiendo del clima. Es una de las familias de dípteros más extensas y una gran parte de ella fué descrita y estudiada por el especialista Charles Paul Alexander.
 |
Detalle de la cabeza y los halterios |
Poseen un cuerpo fino que, en las hembras, termina en un ovopositor puntiagudo, lo que muchos confunden con un aguijón. Sus patas son muy largas y estrechas, con una constitución delicada. Durante el vuelo las llevan colgando y se les desprenden fácilmente, lo que podría constituir un mecanismo de huída ante el ataque de predadores. Las alas, grandes y transparentes, suelen estar extendidas mientras descansan, lo que las hace muy visibles junto con su gran tamaño. A pesar de ello son muy malos voladores, sólo recorren pequeñas distancias y de una forma lenta y poco eficaz. Como todos los insectos tienen un segundo par de alas que, en estos animales (igual que en el resto de dípteros) han evolucionado para formar dos pequeños balancines o halterios. Su cabeza, pequeña y alargada, no contiene piezas picadoras como los mosquitos, por lo que no entraña ningún riesgo para personas o animales.
 |
Larva de típula |
Habita en todo tipo de climas, frecuentando las zonas húmedas próximas a los ríos o lagos. Se cree que sus largas patas pueden ser una adaptación para posarse en la hierba, donde se les suele encontrar en la época calurosa en grandes concentraciones. La hembra pone los huevos sobre especies vegetales como la alfalfa o el trébol y de ellos nacen las larvas, alargadas y cilíndricas, de vida acuática o terrestre y que pueden hibernar con la llegada del invierno. Algunas de estas larvas se alimentan de raíces, constituyendo una plaga, aunque sólo se han identificado un 2% de las especies en estadío juvenil. Los adultos se alimentan de nectar o, incluso, no se alimentan y constituyen una fuente de proteína importante para aves, peces, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos.
Curiosidad: la hembra pone entre 800 y 1000 huevos, esta gran cantidad hace que entre abril y noviembre sean muy frecuentes los encuentros con alguna de ellas. No causan ninguna picadura ni pueden dañar a nadie, por lo que bastará con atraparla cuidadosamente con la mano y liberarla.
 |
Hembra adulta de Típula oleracea (5cm) con su abdomen
terminado en punta (ovopositor) |
 |
Perfil de hembra de T. oleracea,
cabeza alargada y
patas largas y estrechas |