martes, 22 de febrero de 2011

En busca de las cabras montesas

La cabra montés es una de las especies más espectaculares de ver cuando hacemos una salida al campo, principalmente por su tamaño, bastante mayor que el de las especies que solemos encontrar. Probablemente haya muchos otros sitios donde encontrarla pero yo he tenido la suerte de verla en dos puntos diferentes, donde los encuentros con esta especie son relativamente frecuentes.
 Las vi de cerca por primera ver en la plataforma de Gredos, en Ávila, a pocos kilómetros de Hoyos del Espino. El primer año que fuí había poca nieve y el camino no fué complicado. Llevabamos una media hora andando (despacio, pues íbamos haciendo fotos) y encontramos, en la ladera contraria, un grupo de unas 8 o 10 cabras. Seguimos avanzando y un poco más adelante pudimos ver otro grupo un poco más pequeño. A la vuelta, casualmente, el primer grupo estaba cruzando el riachuelo hacia nuestro lado y pudimos verlas a pocos metros. De repente varias hembras se asustaron y retrocedieron, quedándose el grupo partido. Las hembras que habían cruzado huyeron corriendo de vuelta con sus compañeras. Sin embargo el macho avanzó y se perdió entre unas rocas pero unos metros más allá volvió a salir y se paró junto a nosotros. Es un animal impresionante, aunque reconozco que estábamos un poco tensos, tan cerca esa enorme cornamenta impone, y mucho.


Plataforma de Gredos, Hoyos del Espino



La Pedriza, ruta del Yelmo
La segunda vez que las vi fué en la Pedriza, en la ruta del Yelmo. He de decir que aquí fueron ellas las que nos encontraron a nosotros. Un grupo bastante grande apareció de repente de detrás de unas piedras que estaban por encima nuestra y, curiosamente, se asomaron para vernos y se mantuvieron allí un buen rato posando tranquilamente.












Macho adulto en Gredos
El nombre científico de estos animales es Capra pyrenaica, se trata de un endemismo de la península, por lo que sólo se la puede encontrar en las zonas montañosas españolas. En esta especie el dimorfismo sexual está muy marcado. Las hembras miden unos 65cm de alzada y pesan entre 40 y 50 kilos, presentan unos cuernos cortos, son muy similares a las cabras domésticas. Los machos, sin embargo, pueden alcanzar los 80cm de alzada y los 110 kilos de peso, destacando por su gran cornamenta, su barba y su pelaje mas oscuro en patas y dorso. Son animales sociales que viven en manada pero los grupos no son cerrados y cambian de uno a otro con frecuencia. Por lo general están formados por machos adultos, hembras con crías o, en ocasiones, jóvenes de ambos sexos. Los adultos se reunen en noviembre y diciembre, momento en que son frecuentes las peleas jerárquicas. Las crías nacen todas hacia mayo, para aprovechar la época de abundancia de pastos. Se alimentan principalmente de hierba, aunque en invierno pueden ingerir también arbustos y escarbar para localizar el alimento.


Aunque existe cierta controversia con este tema se cree que existen 4 subespecies de cabra montés, dos de ellas ya extintas, que serían C.p.victorieae (Gredos), C.p.hispanica (Cordilleras del Mar Mediterráneo), C.p.pyrenaica (Pirineos, el último ejemplar murió en 2000) y C.p.lusitanica (Galicia y Portugal, desapareció en 1892).


Grupo de hembras y crías en La Pedriza
Actualmente las poblaciones de cabra montés están aumentando rápidamente debido, fundamentalmente, a la desaparición de sus depredadores, entre los que se encontraban los osos, los lobos y las grande rapaces y a los importantes programas de conservación creados. Sin embargo, a finales del siglo XIX, se encontraba en grave regresión, llegando a desaparecer la subespecie gallego-portugesa. Alfonso XIII creó, en 1905, el Refugio Real de Caza de la Sierra de Gredos, para tratar de asegurar su supervivencia. En 1950 se crearon mas reservas, aunque la política de conservación no era adecuada. Durante el Franquismo, debido a la falta de indivíduos para las cacerías, se introdujeron en sustitución muflones y arruís, poniendo en mayor riesgo a la cabra montesa.





En la Sierra Madrileña la cabra montés desapareció en los años 80, el último ejemplar fué abatido por un cazador en el Valle de Lozoya. Años mas tarde se realizó una reintroducción de varios ejemplares de la especie, procedentes de la Sierra de Gredos. En concreto se soltaron 28 individuos en 1989, 30 en 1991 y 9 en 1992 con una proporción de 46 hembras frente a 28 machos. Este programa ha tenido tanto éxito que, en 2007, la población alcanzaba los 700 animales. El riesgo de que el sobrepastoreo derive en una falta de recursos ha hecho que la Comunidad de Madrid haya instalado cercas para capturar individuos, que son reintroducidos en otras zonas del país.

4 comentarios:

  1. Muy buenas fotos! Información detallada...
    Te lo estás currando! Buen comienzo.
    Me gusta tu apuesta por la fauna ibérica.

    Tenemos intereses comunes. ¿hacemos un intercambio de enlaces? Saludos!

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  2. Muchas gracias!! Me parece muy buena idea, ya está puesto el enlace a tu blog. Saludos!!

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  3. Hola Amaya! Perdona. No había estado al tanto de la respuesta!
    Muchísimas gracias.

    También hemos colocado ya "Faunarium" en nuestro blogroll (lista de blogs).

    Una cosita, si no es mucha molestia: ¿el título del enlace podría ser "Fotografía Natural" en lugar de la url completa?

    Muchas gracias. Saludos, y estamos en contacto! :D

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  4. No te preocupes. No hay problema, cambio el nombre del enlace. Saludos!!

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