Bajo el agua: el Mero

Mero rodeado de un banco de castañuelas

Cuendo buceas, en mi caso en el Mediterráneo, prácticamente siempre estás rodeado de castañuelas, mojarras, sargos, salmotenes, cabrillas, doncellas... La simple sensación de ir flotando por encima de praderas de posidonia o sortear montañas sumergidas hace que cualquier especie, por pequeña que sea, te parezca increíble. Sin embargo hay que reconocer que las grandes especies, cuando tienes la suerte de cruzarte con ellas, son impresionantes. En nuestro Mar existen varias especies de tiburones y de mamíferos marinos, pero lamentablemente no son comunes de ver durante una inmersión. Quizás por eso los buceadores le tenemos un cariño especial a los meros, una de las pocas grandes especies que podemos ver con relativa facilidad y que, gracias a su comportamiento tranquilo y muchas veces confiado, podemos disfrutar y fotografiar durante un buen rato.

Mero adulto descansando en su territorio

Los meros (Epinephelus marginatus) pertenecen a la familia Serranidae y la gente suele conocerlo por su exquisita carne, muy frecuentemente vendida en pescaderías. Puede alcanzar el metro y medio de longitud y los 60Kg de peso, por lo que como os podeis imaginar encontrarle de frente bajo el agua no deja a nadie indiferente. Tiene una coloración entre verde y marrón dependiendo de la edad, siendo más azulado en estadío juveniles y adquiriendo un tono marrón con manchas amarillentas los adultos. También pueden variar las tonalidades en función de su estado anímico y reproductor. Su cuerpo es ancho y robusto y muestra una enorme boca rodeada por unos labios anchos y llamativos.

Habita en el Mar Mediterráneo, en el Océano Atlántico frente a las costas de Brasil, Uruguay y Argentina y en el Océano Índico, junto a Mozanbique y Madagascar. Suele encontrársele entre los 10 y los 50m aunque puede descender hasta los 200m. Es un animal solitario y muy territorial que no duda en mostrar gran fiereza con cualquier especie que trate de entrar en sus dominios. Con los buceadores es curioso y tranquilo aunque cuando se siente acosado o molesto eriza las espinas de su aleta dorsal y muestra una pose agresiva, tratando de asustar a su enemigo. Se alimenta de pulpos, crustáceos y algunos peces.

Curiosidad: pueden vivir hasta 50 años y se trata de una especie hermafrodita alternante. Hacia los 5 años madura sexualmente como hembra y hacia los 12 años (algunos individuos incluso a los 7) se vuelve macho y comienza a defender su territorio. Las hembras se desplazan y esperan a su pareja durante el verano para aparearse.